ENDULZANDO EL VERANO
Mujeres del barrio de Santa Catalina
elaboran, desde hace años por estas fechas, dulces típicos con los que recaudar
fondos para Semana Santa
NOTICIA DE PAULA DIAZ26/07/2012E
Las altas temperaturas no son un freno para su labor altruista
Con las altas temperaturas como testigo incómodo de su labor, otro verano
más, un amplio grupo de mujeres se da cita cada tarde en la Casa de Hermandad
de la Cofradía de Santo Domingo de Guzmán y Nuestra Señora del Rosario, para
elaborar deliciosos dulces típicos que además de endulzar el paladar de propios
y de aquellos que visitan la ciudad en estos días, son una muestra de la
entrega que sustenta la Semana Santa de Jerez de los Caballeros. Como se suele
decir, "no dan abasto" para atender la demanda y es que además de
contar con algunos puntos de venta, la presencia de personas, gustosas de
degustar pestiños, empanadillas de bizcocho, flores bañadas en miel o roscas
fritas, es continua en la citada casa, en la Plaza de Santa Catalina.
Este año la "capitana" del grupo, Manuela Bermúdez, se encuentra
convaleciente, pero la tarea continúa con la experiencia de las mujeres que ya
llevan muchos años sustituyendo la siesta por los peroles y la incorporación de
otras más jóvenes que poco a poco van tomando el relevo. Lo hacen con agrado,
aseguran, porque con el dinero que obtienen con la venta de los dulces, compran
las flores para engalanar hermosamente el Paso de la Virgen del Rosario,
"Reina del Barrio Bajo", en sus dos salidas procesionales, el
Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección, además de destinar una parte de
los fondos a la ayuda a los más necesitados. Mari García, Fernanda Ruiz, María
Ruiz, María del Rosario Méndez, Moma Carrasco, Momi Carrasco, Eloisa Carrasco,
Virginia Vidal, Encarna Carrasco, Encarna Pérez, Fernanda García, Joaquina
Martínez, Aguasanta García, Ángela Salguero, Choni Delgado, Sisi González,
Nuria Cortés y Encarna Chávez, son las personas que colaboran para hacer
posible tales metas. Durante toda la tarde, desde mediados de mes y hasta el
próximo 2 de agosto, elaboran masas, dar forma a los dulces, los fríen y bañan
en miel o azúcar para finalmente envasarlos para su venta. El trabajo está
organizado y cada cual tiene su cometido, emplean unas 14 sacas de harina, más
de 150 litros de aceite, 300 docenas de huevos y unos 80 kilos de azúcar; el
resultado son alrededor de 1.500 docenas de dulces. La cita se repite desde
hace varias décadas, "con mucho sacrificio pero con mucho cariño, aquí nos
reímos, charlamos y la verdad es que engacha", afirman. Tanto como el
placer de saborear dulces artesanos que son fruto de una labor generosa, además
de uno de los ingredientes señeros en las típicas "velás".
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