viernes, 27 de julio de 2012


ENDULZANDO EL VERANO
Mujeres del barrio de Santa Catalina elaboran, desde hace años por estas fechas, dulces típicos con los que recaudar fondos para Semana Santa
NOTICIA DE PAULA DIAZ26/07/2012E
Dulces con sabor a tradición
Las altas temperaturas no son un freno para su labor altruista
Con las altas temperaturas como testigo incómodo de su labor, otro verano más, un amplio grupo de mujeres se da cita cada tarde en la Casa de Hermandad de la Cofradía de Santo Domingo de Guzmán y Nuestra Señora del Rosario, para elaborar deliciosos dulces típicos que además de endulzar el paladar de propios y de aquellos que visitan la ciudad en estos días, son una muestra de la entrega que sustenta la Semana Santa de Jerez de los Caballeros. Como se suele decir, "no dan abasto" para atender la demanda y es que además de contar con algunos puntos de venta, la presencia de personas, gustosas de degustar pestiños, empanadillas de bizcocho, flores bañadas en miel o roscas fritas, es continua en la citada casa, en  la Plaza de Santa Catalina. Este año la "capitana" del grupo, Manuela Bermúdez, se encuentra convaleciente, pero la tarea continúa con la experiencia de las mujeres que ya llevan muchos años sustituyendo la siesta por los peroles y la incorporación de otras más jóvenes que poco a poco van tomando el relevo. Lo hacen con agrado, aseguran, porque con el dinero que obtienen con la venta de los dulces, compran las flores para engalanar hermosamente el Paso de la Virgen del Rosario, "Reina del Barrio Bajo", en sus dos salidas procesionales, el  Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección, además de destinar una parte de los fondos a la ayuda a los más necesitados. Mari García, Fernanda Ruiz, María Ruiz, María del Rosario Méndez, Moma Carrasco, Momi Carrasco, Eloisa Carrasco, Virginia Vidal, Encarna Carrasco, Encarna Pérez, Fernanda García, Joaquina Martínez, Aguasanta García, Ángela Salguero, Choni Delgado, Sisi González, Nuria Cortés y Encarna Chávez, son las personas que colaboran para hacer posible tales metas. Durante toda la tarde, desde mediados de mes y hasta el próximo 2 de agosto, elaboran masas, dar forma a los dulces, los fríen y bañan en miel o azúcar para finalmente envasarlos para su venta. El trabajo está organizado y cada cual tiene su cometido, emplean unas 14 sacas de harina, más de 150 litros de aceite, 300 docenas de huevos y unos 80 kilos de azúcar; el resultado son alrededor de 1.500 docenas de dulces. La cita se repite desde hace varias décadas, "con mucho sacrificio pero con mucho cariño, aquí nos reímos, charlamos y la verdad es que engacha", afirman. Tanto como el placer de saborear dulces artesanos que son fruto de una labor generosa, además de uno de los ingredientes señeros en las típicas "velás".

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